La verdad no se ni por donde empezar, pues como toda música es algo
difícil de criticar cuando llegas a cierta altura, sobre todo a cierta
edad.
El ejemplo mas claro es Bruce Springsteen, el disco High Hopes
no tiene absolutamente nada de nuevo, obvio tampoco es genial pero por
otro lado sigue siendo a mi parecer el autentico y genuino estilo Bruce
que tanto le ha dado o mejor dicho tanto mejor se sabe expresar.
Cuando quizás ya tienes cierta experiencia y has tratado de “revivir”
algunos de sus conciertos en base de lo grabado o pirateado que corre
por la calle y por todos lados, entonces no te pilla de nada
desprevenido que este disco sea como sea que es y suene como sea que
suene, pues es así y no hay por donde tocar ni mirar.
Hasta el punto que me siento identificado, alegre y conservador que sea tan intransferible.
Como todo en la vida somos las personas que somos y salvo que se
produzca un hecho o un triste accidente que te haga cambiar muy muy
radicalmente tienes un estilo que manifestar. Él toca como se que toca, y
dentro de ese modo que toca juega y trata de ilusionar de nuevo, como
tal niño que todavía ve el mismo juguete sin pasar los años.
Lo que sigue en base de esto es que cuando llegas a otro cantante,
otro vocalista, otro conjunto es saber y tener que escuchar con cierta
distancia, cierta vocación e incluso cierta dedicación. Formas, estilos,
palabras, temas, ritmos, mensajes y estilos musicales hay cientos, pero
que merezcan bien la pena o mejor dicho que se haga respetar tan fiel a
sus propósitos, ideales y fines de mensaje hay pocos, muy pocos. Se
necesita de tiempo, pausa, tranquilidad, espacio para asumir, imaginar
incluso fuera de contexto y luego regresar a revivir la experiencia,
entonces ubicas bien la música, su música contigo mismo.
Francesc
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