sábado, 5 de mayo de 2012

víctima de mi propia condición,

la idea era simplemente que quería poner unas pocas palabras de los pequeños y sutiles cambios que se avecina con el tiempo, detalle que luego se manifiesta bien con unos clientes y bien con otras amistades, pero tristemente casi ni lo puedo mencionar porque si doy pistas en donde, como y por que puede haber si amarguras, decepciones y tristes sorpresas anticipadas,

como que no estamos en tiempos para jugar y olvidar las crisis constante que con su pretexto quiere hacer reír a un bando pero no a los dos bandos, la metáfora se hace del todo explayante,

lo triste de todo es que esos supuestos cambios son muy favorables para uno particular, pero no igual interpretado por que la constancia fue una y ahora la realidad es otra,

las ganas de hacer ciertas operaciones se han quedado tan pero tan mermadas que ni luz ni propósito hay ahora mismo en repetirlas, claro que a mi no me preocupa en lo mas absoluto, el que tendría que estar temblando es otro y otra,

no siempre sirve el blog para aportar cierta originalidad y creatividad literaria, siendo algo tan personal y tan poco visitado (se usa irónicamente como icónicamente) como si una válvula de escape fuera, el tiempo siempre perdona y sobre todo pone las cosas en su sitio, nadie reinventa la sopa de ajo a estas alturas sino mas bien todos confirmamos el buen sabor del ajo como del café de tanto darle "que dale",

nunca me había visto tan víctima de mi propia condición en mi espacio en blanco como para no poder decir algo tan claramente, lo peor de todo es que comprendes y compruebas como y por que nadie escribe nada de nada, visto que todo esta dicho y no merece la pena dar tanta vuelta inútil, obviamente ademas de autoplagiarte tan burdamente,

se supone que todos estamos bien, pero se supone mas que todos están de la chingada mierda muchas veces y de forma mas constante, pero hay que dar espacio a cada cosa y a cada momento, en lo bueno, en lo malo, en lo absurdo, en lo inútil y hasta en lo extenuante, que la luz del universo me justifique,

Francesc