miércoles, 24 de octubre de 2012

esa descripción tan significativa,

una de las cosas que mas me gusta hacer es llevar los nenes al cole, por que en ese instante en el que llegan todos los coches, todas las familias, mamas y papas juntos, y llueva o no, y tengan prisa o no es cuando mas y mejor se ve los detalles menores,

yo voy tan pero tan descuidado que obvio no soy el buen ejemplo, pero me ven y seguramente me clasificaran con toda facilidad, para empezar por usar un pantalón digamos roto, luego por aparcar en la misma calle o la siguiente pero nunca me quedo esperando en la cola, después por bajarnos todos del coche para ir realmente a pie, y finalmente por acompañar los nenes hasta la puerta del mismo cole o sea mismísima puerta, saltando, avanzando y llegando mucho mas y mucho antes que muchos coches todavía en fila, y con el culo tan pegado y caliente a sus sillones que por eso y mas no bajan,

comprendo y me imagino que es como una pereza eso de tener que pararse cuando ya los nenes pueden ir solos, luego también porque se permite acercarse tanto a la puerta del cole que sin hacer nada entran directos y derechos, como cuando llega un camión de carga al super y abre compuerta y salen los palets a tutiplén, descargando la carga y mercancía como carnes vivientes todavía,

y claro, cuando ya están los nenes dentro y llegando a sus salones entonces me retorno a mi coche en plan chino chano, algunos todavía siguen esperando fuera con esa paciencia infinita que yo obviamente no tengo ni quiero, y no sabiendo que mirar si mi cara de dormido, alegre, sin afeitarme, libre o el pantalón roto pues me saludan algunos con media mano como cara de pasmados,

y he te aquí las anécdotas alguna minúsculas pero imperdibles y divertidas, como cuando llevamos el perrito blanco bolt detrás brincando como loco por entrar también al cole, pero es otro tema y otro protagonismo aun mas reclamado,

Francesc

domingo, 7 de octubre de 2012

de aquellos que no escriben,

   había un tiempo que manos o menos trataba pensar sobre las personas que podrían participar y aportar algo como en bitácoras o redes sociales pero mas largo contexto y no solo en fotos o fiestas que suelen compartir,
   me tenía la cierta curiosidad y cierta sospecha de por que no lo hacían, supuestamente disponiendo incluso de plenas facultades como facilidades, pero nunca era capaz de hacer de una frase con un largo predicado rico pues el sujeto ya lo conocemos y sabemos muy bien,

   ahora ya pasado ese tiempo de forma mas natural, sigiloso e incorruptible me doy cuenta de esos pequeños matices que por mucho que quieras vas y no vas por el camino de entender si un poco mejor la explicación de ese dilema, y hasta nos sorprende de su tal fuerza y convencimiento para algo casi inexistente pero palpalble,

   lo mejor de todo y que tristemente llega casi de forma completa mi gratitud ante la confirmación de la regla, es que los que no hablan realmente lo tienen que hace así, callarse y quizás muy bien calladitos porque realmente digan lo que digan son aun todavía capaces de hacerlo todo peor, por no decir únicamente al revés y provocando todavía mas problemas,

   son tan prácticos, son tan pragmáticos, son tan inevitables, son tan esquivos, son tan desinteresados, son tan simples, son tan vagos, son tan cómodos, son tan vacíos que realmente no pueden, luego realmente no quieren y finalmente no tiene caso esperar nada,
  al grado que el mero hecho de proponerselo se hace un choque eléctrico que ni tan siquiera ven la salida de la energía simple como una chispa pueda llevar a buen puerto, el enfado como el enojo es aun peor que antes de tal propuesta,

   seguiremos pensando en ello, pero ya sin prisa y sin incógnita,.

Franccesc