secreto profesional inconfesable...

esta ahora muy de moda y todos nos queremos subir al carro de explicar algunas de las anécdotas que sufrimos y resolvemos a los usuarios 'normales' de informática,

y digo normales porque muchas veces precisamente se comportan como 'anormales', o te salen con unos comentarios que ni la biblia ni el corán juntos tendrían las suficientes hojas para conservar todos los comentarios,

el secreto inconfesable y que voy a romper ahora mismo viene de hace dos o tres años ya :

ella es norteamericana, reside en México desde hace muchos años, digamos una década, le gusta las computadoras como herramienta, tiene sus cuentas correo muy bien organizado todo, y pretende enseñar todo lo que puede a sus nietas, tiene una compu en salón y una portátil en su habitación personal, bien,

pero aquel día algo tenía en mente que obviamente no le permitió ver de cerca cual era su problema, atentos : me avisó diciendo que su ratón estaba loco, que cuando subía este bajaba, que cuando bajaba este subía, que cuando iba a la derecha este se iba al otro lado, o sea un lío y un descontrol total, que pase por favor a ver que esta pasando a su 'ratoncito',

ok, ni corto ni perezoso y en menos de media hora me subo a mi 'Ferrari' Opel Corsa Chevy 'Testarrosa', me pongo mis lentes de sol a lo Miami Vice, voy a su mansión con las ventanas bien abiertas por que el calor caribeño no perdona ni medio segundo, y aparco en media calle como quien no sabe por casualidad como se debe hacer las cosas,

subo las escaleras, me saluda y me deja pasar al protagonista, entonces intuitivamente cuando llego a la compu y sin el menor esfuerzo en concentrarme para nada tomé el ratón, le di la vuelta porque estaba girado, o sea en cable en vez de salir hacia arriba salía hacia abajo y me estaba molestando... comienzo a desplazar el ratón por los cuatro costados de la pantalla, y ¡¡aquello va bien!! ¡oye! que no veo el problema, que el ratón va bien y todo lo que me has dichoooo no es verdad... (silencio total...)

estaba atónito y preocupado, ahora no había fallo y no había problema que resolver, por lo tanto no iba a poder justificar mi desplazamiento ni mi insignificante sueldo, ¿y ahora que hago y que 'carajos' le digo que reparé?,

y ella con la mirada atónita también me dice suavemente 'no entiendo', entonces comencé a recapitular todo lo que hice desde que llegué... :

- subir las escaleras, saludar, entrar al cuarto, sentarme en la silla, poner la mano en ratón, dar la vuelta porque esta al revés y... ¡eso es!, ¡¡c'est ça!! , ¡aquí el problema! ¡simplemente estaba al revés! (y yo ya con mi sonrisa en toda la boca para decir y justificar el porque y para que me había llamado, feliz porque había encontrado el problema... ¡y solución! ¡¡que genio!! jaaa jaaaaaa...)

ella ya ahora si entendió todo, se tapo la boca con las dos manos bien sorprendida, no daba crédito a todo; la calmé, trate de calmarla que no tiene caso darle tanta importancia, son cosas que pasa, pero... pero... ella me hizo prometer en su pasillo y bien seria que nunca jamas a nadie diría esta ocurrencia; obviamente le dije que no se preocupe, que no se va a enterar nadie, y ademas por un ratón girado al revés quien le iba a importar,

Francesc