jueves, 26 de enero de 2017

Cuando se confirma ciertos pronósticos.

Se presentan momentos interesantes para comparar viejas costumbres contra las nuevas, casi mejor ocasión para decir que México "sin querer queriendo" a alcanzado un punto que se presenta como víctima de un pleito que ni lo quería ni lo buscaba, pero se presenta como inevitable e inconfundible.
Muchos elementos intervienen y sobre todo muchas sorpresas se han producido en tan pocos meses como para entender el escenario en muy diferente aspecto que nunca hasta la fecha se quería o planteaba analizar.

Los meses y los años anteriores ha demostrado que la historia es común para todos, y con bien o con mal resultados han ido avanzando en sus propias conclusiones como posibilidades, sin decir que siempre toda nación es resultado de su adaptación geográfica como geopolíticamente hablando.

Quizás es decir que el transcurso de tantos años en el mismo estilo ha llegado a ocasionar una tendencia que ya se ve desfasada, aburrida o en el mejor de los casos superada, aunque para ellos aun existan generaciones enteras que no lo ven ni venir ni entender cual es el cambio o sentido después de todo esto. Pero como la vida misma y sobre todo lo mas importante el nivel de consumismo alcanzado en este nuevo siglo hace y deshace que lo viejo ya no sirva ni se justifique de ninguna de las posibles formas.

La crisis parece estar un poco más abierta que ayer, y lo más impensable que hasta unas recientes elecciones en territorio norteamericano nadie predecía que se iba a cambiar de forma tan alucinante como acuciante que los papeles prácticamente se reinvirtieran.

Esto plantea de nuevo ahora nuevos esquemas, nuevas ideas, y como no sobre todo nuevas dudas de todo papel o todo desarrollo que se ha llevado a cabo hasta la fecha, sin dudar que es posible o probable que por este nuevo reto se percate algo o alguien que realmente tampoco iba por muy buen camino el estado de México por sus propias políticas internas, pero como siempre hasta no dar o mejor dicho hasta no tropezar de verdad con una piedra pues no saber ni entender ni valorar lo que se tiene o mejor dicho tenía pero ya en el fondo no se tiene.

Otro interesante dilema y gracias al amplio nivel de globalización que se ha alcanzado últimamente en estos últimos años de forma inconfundible como maravillosa, ha ocasionado un papel oscuro que si parece superlativo o mínimo o incluso tolerable se ha puesto en un estatus y en un poder que no es ya tan agradable ni tolerante. Muchos aprovechan para decir que viene a ser hasta el mismo mítico libro de años atrás donde se perfila un poder, una dominación, un control y un "absolutismo" casi imperceptible pero evidente.

¿Cómo haremos ahora? ¿Que se quiere realmente? ¿Cual es la meta?

No hay comentarios: